Séptima parte
El balance y la Dualidad
Ometéotl (masculino) y Omecíhuatl (femenino)): los dioses de la dualidad, pre generadores de las almas y el Señor y la Señora de los cielos.
Que con su infinita sabiduría sabrán guiarnos en este camino hacia la NUEVA MANERA de vivir que en México se experimentará enseñando al mundo, con el ejemplo que pondrán, las mujeres de México, porque solo ellas saben cómo es que Tlazoltéotl , Diosa de la totalidad que representa a la mujer madura en plenitud y a la energía femenina que se desplaza como el águila que vuela sin moverse, dejando fluir la vida, no luchando contra ella, ya que lo femenino es como el viento y como el agua.
En este sentido el amor a nuestra Diosa Madre Omecíhuatl significa mucho más que el deseo de la propia madre. Es el deseo de volver al origen de la vida, a la creación misma del hombre y la mujer mexica, es el deseo de erradicar la contradicción de la vida, la ignorancia y el temor a la aniquilación psicológica, a la que nos estamos acercando.
Pronto, muy pronto nuestro calendario maya marcará el 21 de Diciembre del 2012, como el día que dejará de existir el tiempo “para siempre”.
Y nacerán los tiempos nuevos para el hombre y la mujer nuevos, en donde la dualidad equilibrará las acciones de los hombres y las mujeres, ya que el hombre antiguo que siempre a luchando contra el tiempo y que estuvo centrado siempre en el pasado y en el futuro, , dará paso al pensamiento femenino de la dualidad en donde el tiempo no importa tanto, como el qué y él para que, ahora será más importante el espacio en donde se desarrolla el presente el pensamiento femenino del aquí y el ahora será una guía en nuestro camino para alcanzar mejores estadios de conciencia colectiva.
Las mujeres de la tierra maya, las del Anáhuac, y las de todo México, tienen que volver sus ojos al principio creador Omecíhuatl, para que el pensamiento moderno que aturde y paraliza al hombre y le hace creer que es eficiente e invencible sea compensado por la gracia del pensamiento creativo que hace que el verdadero ser no se extravié y pierda su autenticidad, un mexicano siempre deseará ser un mexicano, no puede ser otro.
Las mujeres mexicanas son más meditativas, los hombres son más contemplativos, ellos pueden pensar mejor.
Así que cuando sea necesario pensar, escuchemos al hombre.
Y como las mujeres pueden sentir mejor. Por eso cuando sea necesario sentir, escuchemos hoy y siempre a la mujer.
Esto es, porque todo en el universo está compuesto de un par de opuestos complementarios. Porque, estas dos individualidades que se complementan y que formarán, CUANDO LOGREN EL EQUILIBRIO- un tercero, superior a las dos individualidades que lo produjeron.
Este par de individualidades, diferente y opuestas…! se necesitan y se complementan!, ¿para qué?, ….para llegar a la totalidad y poder trascender como nación completa y única.
Recordemos aquella educación que se acostumbraba dar a nuestros niños y niñas en nuestro querido Tenochtitlán tenía como propósito fundamental, formar la personalidad del individuo, lo cual se expresaba en lengua náhuatl como «in ixtli, in yollotl», «alcanzar el rostro y el corazón». Si bien les enseñaban un oficio, también les infundían el amor por él. En toda actividad se les inculcaba un gran sentido de la familia y del grupo humano. La característica fundamental en la educación de nuestros abuelos fue que era activa e integral.
Un aspecto fundamental en NUESTRA educación Azteca era que todo el aprendizaje tenía una finalidad de ser trascendente a lo terrenal.
El aprendizaje emergía de las creencias de procurar su salvación, y enfrentar con tolerancia su vida cotidiana para que el futuro no los sorprendiera con desgracias. El pensamiento Mágico-religioso estaba presente en todas nuestras actividades ya sean comerciales, políticas, sociales, morales, religiosas y en nuestra vida cotidiana.
En pocas palabras, la razón de ser del aprendizaje tenía su esencia en algo más profundo y significativo que lo material y esto es lo que se transmitía a los alumnos, ¿Porque hoy no lo aplicamos ahora con nuestros niños y niñas?
Significativo es que las mujeres prehispánicas tenían sus propias Diosas que presidían su vida familiar y modelaban sus actitudes determinando el modo en que cada una debía comportarse en todos los aspectos de su vida, entendían su relación con las deidades, y con sus modelos de vida.
La palabra “ Omecíhuatl” nos introduce a un Ser Divino Femenino, como tal es la madre, la dadora de vida, la Tonantzin que Hombres y mujeres en el principio la veneraron y sabían que estaban bajo su protección, ella era lo nutriente, era la abundancia, la fertilidad, amada y temida como poderosa energía femenina.
Por eso cuando nos obligaron a dejar de adorar a nuestra Tomatztlin allá en el Tepeyac y dejamos de respetar el ciclo de las estaciones y de la vida, perdimos nuestra relación con la tierra; lo que nos ha llevado a esos estados depresivos de nuestra historia por lo que se vuelve urgente restablecer la relación con la madre naturaleza, con nuestro pensamiento en su aspecto femenino.
También dejamos de encomendar el sueño de nuestros niños a nuestra Diosa Yohualtecuhtli que es la Diosa azteca de la noche, y la protectora de los sueños de nuestros niños.
Ahora cuando nuestros campos sufren de la sequía hemos olvidado encomendar nuestras parcelas a las Diosa Atlacoya: Diosa de las sequías.
Así también hemos olvidado encomendar a nuestros pescadores a nuestra Diosa Atlacamani: Diosa de las tormentas marinas.
Y nuestra Diosa Tlacúltetl que es la diosa de la belleza y del amor sensual, ahora más que nunca te necesitamos en nuestro México donde toda mujer es bella solo por ser mexicana!
¿Y Son las Diosas solo para Mujeres?
No, las Diosas han sido celebradas y reverenciadas por todo los miembros de nuestro amado Anáhuac. Hombres, mujeres, niños y niñas, jóvenes y doncellas estaban todos bajo la protección de la omnipresente Madre-Diosa Tonantzin. Ella era a la vez Nutriente y Terrible.
¿Por qué debemos estar más cerca de nuestras Diosas?
Para fortalecer nuestra conexión con nuestra esencia espiritual, y nuestra comunión con nuestros Dioses ancestrales.
Encontrar a la Diosa en su interior ayuda a las mujeres a apreciar su propio poder, sus habilidades, su herencia y la belleza.
Honrar a la Diosa puede enseñarnos a celebrar todos los momentos de la vida.
Una conciencia más plena de que la Diosa vive en cada mujer mexicana fortalece los conocimientos internos acerca de la vida, el amor, la naturaleza, la nutrición y la creatividad. Las mujeres que están profundamente conectadas con la esencia de la Diosa, están mejor capacitadas para concretar los cambios que desean imprimir en sus vidas, en sus familias, en sus comunidades, en México y en el mundo.
Para los hombres, una conexión con la Diosa les permite aceptar y conocer su lado místico y le ayuda a no perderse en los esfuerzos cotidianos de la lucha por la vida recordando su papel de Padre, compañero y líder. Recuperar pensamientos positivos acerca de sí mismos, cuando sus hechos se llevan con el deseo de trascender en los hechos cotidianos.
La reverencia hacia los principios femeninos y la conciencia de la Diosa nos ayuda a ponernos en contacto con la belleza y magia de la naturaleza y todas sus creaturas.
Reconociendo a la Diosa en la Madre Naturaleza como nuestra amorosa Tonantzin, ayuda a expandir nuestro respeto hacia el medio ambiente y nuestra búsqueda del equilibrio entre las energías masculina y femenina, para que en lugar de competir, trabajen juntas, complementariamente, para el bien individual y de toda la humanidad.
Sin embargo hoy en nuestros días este principio humano esta embrutecido y manipulado. La ciencia y las religiones han perdido su esencia, es decir, han perdido a la sabiduría; y una ciencia sin sabiduría nos está conduciendo a
la muerte y a la autodestrucción de nuestro México.
En medio del callejón sin salida, está surgiendo un nuevo mito que reclama la integración en nuestro mundo moderno de la gran Diosa que rigió los cielos y la tierra en la remota antigüedad, antes de que llegasen las religiones patriarcales que con su violencia y el desatino nos conducen por un sendero que –si no ponemos remedio– puede desembocar en la aniquilación individual y colectiva, contrario a nuestro destino escogido por nuestros Dioses, la pérdida de identidad, la perdida de sentido de futuro, son algunas de las consecuencias que se han provocado por seguir a los Dioses ajenos que poco le importan los advenedizos, sus causas, y sus pueblos.
Es evidente que hoy requerimos de todos nuestros Dioses y Diosas, hoy se vuelve a necesitar el balance divino!
En lo profundo de la psique colectiva surge con nueva fuerza la vieja Diosa. Si nos negamos a reconocerla puede desatar fuerzas destructoras, porque reprimimos su esencia. Si le otorgamos lo que le es debido, nos guiará misericordiosa hacia la transformación que tanta falta le está haciendo a nuestro México.
Este retorno es una recuperación desde la sabiduría del Anáhuac de los verdaderos valores femeninos hasta ahora incomprendidos por los novo hispanos. Es la Diosa mujer, la mujer Mexica, la mujer Maya, la mujer mexicana quien va a abrir un nuevo espacio sagrado en México para el Mundo!
El tiempo es ahora cuando los destinos de este México sean guiados por los Dioses y Diosas mexicanos, y la mujer tendrá ahora un papel fundamental para ser la que guie los destinos del nuevo México.
¡Abramos paso a las mujeres! porque ellas son las que están sostenidas por las grandes Diosas madres, las señoras de la tierra y co-creadoras del universo.
¡Viva La mujer mexicana!
Clasicko
por CLASICKO @ 2010-06-09 – 04:20:11 Séptima parte El balance y la Dualidad Ometéotl (masculino) y Omecíhuatl (femenino)): los dioses de la dualidad, pre generadores de las almas y el Señor y la Señora de los cielos.
Que con su infinita sabiduría sabrán guiarnos en este camino hacia la NUEVA MANERA de vivir que en México se experimentará enseñando al mundo, con el ejemplo que pondrán, las mujeres de México, porque solo ellas saben cómo es que Tlazoltéotl , Diosa de la totalidad que representa a la mujer madura en plenitud y a la energía femenina que se desplaza como el águila que vuela sin moverse, dejando fluir la vida, no luchando contra ella, ya que lo femenino es como el viento y como el agua.
En este sentido el amor a nuestra Diosa Madre Omecíhuatl significa mucho más que el deseo de la propia madre. Es el deseo de volver al origen de la vida, a la creación misma del hombre y la mujer mexica, es el deseo de erradicar la contradicción de la vida, la ignorancia y el temor a la aniquilación psicológica, a la que nos estamos acercando. Pronto, muy pronto nuestro calendario maya marcará el 21 de Diciembre del 2012, como el día que dejará de existir el tiempo “para siempre”.
Y nacerán los tiempos nuevos para el hombre y la mujer nuevos, en donde la dualidad equilibrará las acciones de los hombres y las mujeres, ya que el hombre antiguo que siempre a luchando contra el tiempo y que estuvo centrado siempre en el pasado y en el futuro, , dará paso al pensamiento femenino de la dualidad en donde el tiempo no importa tanto, como el qué y él para que, ahora será más importante el espacio en donde se desarrolla el presente el pensamiento femenino del aquí y el ahora será una guía en nuestro camino para alcanzar mejores estadios de conciencia colectiva.
Las mujeres de la tierra maya, las del Anáhuac, y las de todo México, tienen que volver sus ojos al principio creador Omecíhuatl, para que el pensamiento moderno que aturde y paraliza al hombre y le hace creer que es eficiente e invencible sea compensado por la gracia del pensamiento creativo que hace que el verdadero ser no se extravié y pierda su autenticidad, un mexicano siempre deseará ser un mexicano, no puede ser otro.
Las mujeres mexicanas son más meditativas, los hombres son más contemplativos, ellos pueden pensar mejor.Así que cuando sea necesario pensar, escuchemos al hombre.Y como las mujeres pueden sentir mejor. Por eso cuando sea necesario sentir, escuchemos hoy y siempre a la mujer. Esto es, porque todo en el universo está compuesto de un par de opuestos complementarios. Porque, estas dos individualidades que se complementan y que formarán, CUANDO LOGREN EL EQUILIBRIO- un tercero, superior a las dos individualidades que lo produjeron. Este par de individualidades, diferente y opuestas…! se necesitan y se complementan!, ¿para qué?, ….para llegar a la totalidad y poder trascender como nación completa y única. Recordemos aquella educación que se acostumbraba dar a nuestros niños y niñas en nuestro querido Tenochtitlán tenía como propósito fundamental, formar la personalidad del individuo, lo cual se expresaba en lengua náhuatl como «in ixtli, in yollotl», «alcanzar el rostro y el corazón». Si bien les enseñaban un oficio, también les infundían el amor por él. En toda actividad se les inculcaba un gran sentido de la familia y del grupo humano. La característica fundamental en la educación de nuestros abuelos fue que era activa e integral. Un aspecto fundamental en NUESTRA educación Azteca era que todo el aprendizaje tenía una finalidad de ser trascendente a lo terrenal.
El aprendizaje emergía de las creencias de procurar su salvación, y enfrentar con tolerancia su vida cotidiana para que el futuro no los sorprendiera con desgracias. El pensamiento Mágico-religioso estaba presente en todas nuestras actividades ya sean comerciales, políticas, sociales, morales, religiosas y en nuestra vida cotidiana.
En pocas palabras, la razón de ser del aprendizaje tenía su esencia en algo más profundo y significativo que lo material y esto es lo que se transmitía a los alumnos, ¿Porque hoy no lo aplicamos ahora con nuestros niños y niñas? Significativo es que las mujeres prehispánicas tenían sus propias Diosas que presidían su vida familiar y modelaban sus actitudes determinando el modo en que cada una debía comportarse en todos los aspectos de su vida, entendían su relación con las deidades, y con sus modelos de vida. La palabra “ Omecíhuatl” nos introduce a un Ser Divino Femenino, como tal es la madre, la dadora de vida, la Tonantzin que Hombres y mujeres en el principio la veneraron y sabían que estaban bajo su protección, ella era lo nutriente, era la abundancia, la fertilidad, amada y temida como poderosa energía femenina. Por eso cuando nos obligaron a dejar de adorar a nuestra Tomatztlin allá en el Tepeyac y dejamos de respetar el ciclo de las estaciones y de la vida, perdimos nuestra relación con la tierra; lo que nos ha llevado a esos estados depresivos de nuestra historia por lo que se vuelve urgente restablecer la relación con la madre naturaleza, con nuestro pensamiento en su aspecto femenino.
También dejamos de encomendar el sueño de nuestros niños a nuestra Diosa Yohualtecuhtli que es la Diosa azteca de la noche, y la protectora de los sueños de nuestros niños.
Ahora cuando nuestros campos sufren de la sequía hemos olvidado encomendar nuestras parcelas a las Diosa Atlacoya: Diosa de las sequías.
Así también hemos olvidado encomendar a nuestros pescadores a nuestra Diosa Atlacamani: Diosa de las tormentas marinas.
Y nuestra Diosa Tlacúltetl que es la diosa de la belleza y del amor sensual, ahora más que nunca te necesitamos en nuestro México donde toda mujer es bella solo por ser mexicana!
¿Y Son las Diosas solo para Mujeres? No, las Diosas han sido celebradas y reverenciadas por todo los miembros de nuestro amado Anáhuac. Hombres, mujeres, niños y niñas, jóvenes y doncellas estaban todos bajo la protección de la omnipresente Madre-Diosa Tonantzin. Ella era a la vez Nutriente y Terrible.
¿Por qué debemos estar más cerca de nuestras Diosas?
Para fortalecer nuestra conexión con nuestra esencia espiritual, y nuestra comunión con nuestros Dioses ancestrales.Encontrar a la Diosa en su interior ayuda a las mujeres a apreciar su propio poder, sus habilidades, su herencia y la belleza.
Honrar a la Diosa puede enseñarnos a celebrar todos los momentos de la vida.
Una conciencia más plena de que la Diosa vive en cada mujer mexicana fortalece los conocimientos internos acerca de la vida, el amor, la naturaleza, la nutrición y la creatividad. Las mujeres que están profundamente conectadas con la esencia de la Diosa, están mejor capacitadas para concretar los cambios que desean imprimir en sus vidas, en sus familias, en sus comunidades, en México y en el mundo.
Para los hombres, una conexión con la Diosa les permite aceptar y conocer su lado místico y le ayuda a no perderse en los esfuerzos cotidianos de la lucha por la vida recordando su papel de Padre, compañero y líder. Recuperar pensamientos positivos acerca de sí mismos, cuando sus hechos se llevan con el deseo de trascender en los hechos cotidianos.
La reverencia hacia los principios femeninos y la conciencia de la Diosa nos ayuda a ponernos en contacto con la belleza y magia de la naturaleza y todas sus creaturas.
Reconociendo a la Diosa en la Madre Naturaleza como nuestra amorosa Tonantzin, ayuda a expandir nuestro respeto hacia el medio ambiente y nuestra búsqueda del equilibrio entre las energías masculina y femenina, para que en lugar de competir, trabajen juntas, complementariamente, para el bien individual y de toda la humanidad.
Sin embargo hoy en nuestros días este principio humano esta embrutecido y manipulado. La ciencia y las religiones han perdido su esencia, es decir, han perdido a la sabiduría; y una ciencia sin sabiduría nos está conduciendo ala muerte y a la autodestrucción de nuestro México.En medio del callejón sin salida, está surgiendo un nuevo mito que reclama la integración en nuestro mundo moderno de la gran Diosa que rigió los cielos y la tierra en la remota antigüedad, antes de que llegasen las religiones patriarcales que con su violencia y el desatino nos conducen por un sendero que –si no ponemos remedio– puede desembocar en la aniquilación individual y colectiva, contrario a nuestro destino escogido por nuestros Dioses, la pérdida de identidad, la perdida de sentido de futuro, son algunas de las consecuencias que se han provocado por seguir a los Dioses ajenos que poco le importan los advenedizos, sus causas, y sus pueblos.
Es evidente que hoy requerimos de todos nuestros Dioses y Diosas, hoy se vuelve a necesitar el balance divino!
En lo profundo de la psique colectiva surge con nueva fuerza la vieja Diosa. Si nos negamos a reconocerla puede desatar fuerzas destructoras, porque reprimimos su esencia. Si le otorgamos lo que le es debido, nos guiará misericordiosa hacia la transformación que tanta falta le está haciendo a nuestro México.
Este retorno es una recuperación desde la sabiduría del Anáhuac de los verdaderos valores femeninos hasta ahora incomprendidos por los novo hispanos. Es la Diosa mujer, la mujer Mexica, la mujer Maya, la mujer mexicana quien va a abrir un nuevo espacio sagrado en México para el Mundo!
El tiempo es ahora cuando los destinos de este México sean guiados por los Dioses y Diosas mexicanos, y la mujer tendrá ahora un papel fundamental para ser la que guie los destinos del nuevo México.
¡Abramos paso a las mujeres! porque ellas son las que están sostenidas por las grandes Diosas madres, las señoras de la tierra y co-creadoras del universo. ¡Viva La mujer mexicana! Clasicko
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